Las palabras se quedan mudas. Todas las noches las mismas dudas.
No sabía si era la única que lo veía o si él hacia como si no lo viera. Demasiadas preguntas. ¿Por qué no era capaz de hablarlo? ¿Por qué le costaba tanto expresarse? ¿Y si su tiempo juntos se había agotado? No, se negaba a pensar eso. Era demasiado importante en su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario