"...¿Qué hago aquí, dónde estoy, dónde voy?, se quejan los fantasmas en mi mente.(...) Y odiar sin querer, y amar sin saber, ni por qué, ni a quién. Respirar, avanzar, respirar cansancio acumulado lentamente. Intentar explicar mi verdad y levantar la frente. Y aquí voy a parar a tomar un respiro..."
Su forma de ser estaba cambiando, y no le gusta nada. Estaba más irascible, todo o la mayoría de las cosas le molestan, grita, pierde los nervios, no es capaz de mantener una conversación sin alzar la voz. Cada vez desconfía más de todo y de todos. Acumula una pila de fallos y la mayor parte de las veces no es capaz de verlo, pero sí de quejarse si otros los cometen. Casi se le está olvidando sonreír, falta de motivación. Otra vez vuelta a las andadas...
Puede que sea por las fechas en las que estaba, demasiado estres, muchas cosas por hacer y ninguna hecha. La lista cada vez es más grande. Mucha presión a su alrededor: examenes que hay que aprobar sí o sí, ningún día de descanso, ni un solo momento de desconexión, y luego...luego más cosas rondando por su cabeza. Pero...¿y si no es así? ¿Y si está cambiando y no se está dando cuenta y por eso se excusa en la presión del día a día?
2 comentarios:
Aisha!! me he confundido con tus blogs!! estoy de vuelta ;)
niñaaa me suena a estrés tu entrada, has probado hacer yoga? o solamente relajarte con música con los ojos cerrados laying on you bed y enviar a quién sabe dónde tus preocupaciones, fíjate que funciona!!!
un besote desde Chile !
ahora tu desapareces! :(
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