Cada uno de nosotros tenemos un escondite, un lugar donde vamos para estar solos o donde somos nosotros mismos.
Ese lugar lleva la esencia de quienes somos y de lo que deseamos ser. Llega un momento en el que tú formas parte de ese lugar y ese lugar forma parte de tí.
Esa parte de mi que había perdido, que se había ocultado, resurge allí. Se produce un encuentro, una estabilidad entre razón y corazón. Un encuentro casi perfecto conmigo misma.
Y me adentro en mí, aclarando mis dudas, entendiendo todo lo que no entendía.
Es como estar en otra realidad, un mundo paralelo. Pero...¿qué hacer cuando llega el momento de abandonar esa realidad?
2 comentarios:
En tus manos está hacer de este mundo ése que tanto añoras. Cuando llegue el punto en el que te sientas 'libre' aquí no sentirás la necesidad de evadirte en otros lugares.
Y dicho esto, comentar que mañana me voy ya por fin (a evadirme de la realidad, todo sea dicho, jeje).
Cada dia que pasa lo veo más imposible...
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