"...hoy tengo el día de esos majaderos, que lloro porque quiero, que el desorden me acompaña, que el descuido me amenaza. Tengo el día tonto, de esos que por más que salte, toco el suelo pronto. Y tú vas pasando..."
Y como no tenia ya suficiente en su cabeza...¡más cosas! Cuánta capacidad para darle vueltas a todo...¿qué podría hacer para remediarlo? ¿Nació con ello? No, ella antes no ea así. ¿Entonces? Sin explicación alguna. Aunque.... si antes no era asi, ¿estaba la posibilidad de dejar de darle vueltas a las cosas asi por asi de la misma forma que llegó a ella esa manía? Estaba ansiosa por ver si ese momento llegaba. No está bien preocuparse de una forma desmesurada por cada mínima cosa que ocurre o rodea. No es vida, y ella lo sabía. Y mientras que esperaba...¿qué podía hacer? ¿Ves? ya estaba otra vez dándole vueltas a las cosas. En fin.
Últimamente no hacía más que darle vueltas al tema que desde hacia algunas semanas o tal vez un mes rondaba su cabeza, pero cada vez iba a peor. Se había encerrado tanto en su burbuja, en su mente duranto tanto tiempo (años) que ahora desconfiaba. No quiere a nadie cerca para no sufrir, no se fia de nadie, es como si cada persona que pudiera darla buenos momentos a la vez pudiera llenarla de dolor, de lágrimas. Y ella habia soltado ya muchas, no quería más, y era su forma de protegerse, alejándose de todo y encerrarse en ella.
Por otro lado es una persona que no se quiere nada nada, y la idea de que alguien pudiera fijarse en ella la sentía ridícula.
2 comentarios:
me has dejado perpleja con esta entrada, supongo que asi se veran algunas personas, pero... a medida que lo iba leyendo parecia como si estuviese leyendo un libro sobre mi vida, tan raro...
se que no nos conocemos de nada (que por otra parte es una pena!) pero nose, fue bastante raro leer esto... como si me conocieses de toda la vida.
acaso tu te sientes asi??
Hay que hacer uso de la experiencia para no volver a caer en los mismos errores que caímos en el pasado. Está bien que nos protejamos de los posibles ataques, sin embargo, no podemos dejar de vivir la vida por miedo.
Cuando no entendemos nuestros sentimientos tendemos a rechazarlos y censurarlos. Pero ese no es el camino.
Tenemos que aprender a comprender nuestras emociones, a ver como nos sentimos y por qué nos sentimos de ese modo. Es decir, debemos saber clasificar nuestros sentimientos y hallar la causa que los produce.
Una vez que sepamos como nos sentimos realmente, podremos controlar nuestras emociones y utilizarlas en nuestro beneficio. Pero hay que tener en cuenta que controlar los sentimientos es muy diferente a censurarlos para "no sentir nada".
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