"Llegado el momento por fin encontré mi paz interior. Vi en el cielo las alegóricas nubes que me recordaban objetos y animales, atravesadas por doquier por finas briznas de vapor dejado por fugaces aeronaves, que, en majestuosa composición liberaban de mí una creatividad por mucho tiempo dormida"

miércoles, 19 de octubre de 2011

:: SIEMPRE HAY UN "PERO" ::

Y siempre aparecen los miedos, las inseguridades, los remordimientos, las dudas. Y si no están, siempre hay algo, una palabra, un acto o alguien que te los recuerda y vuelve a ponerlos ante tí. Directa o indirectamente. Y en ese instante ya no puedes escapar. Ya están ahí y, de nuevo, tienes que enfrentarte a ellos.

Hoy han vuelto a florecer los mios. En concreto uno o, tal vez, sean varios que se agrupan en uno. En un único momento, en un único error, en una única decisión.

Se te presenta un dilema. Tu vida va bien pero algo se te cruza. Y no necesariamente para mal. Y te toca decidir. ¿Incluyes eso en tu vida con lo que ello conlleva? Salirte del esquema inicial que funciona bien. ¿O decides que todo está bien y que no quieres en ese momento ese "complemento"? No arriesgas. Lo piensas cuidadosamente.
En muchas ocasiones tu vida puede ir bien pero, tal vez, ese "complemento" sea la última vez que se te presente en el camino. Tomas la decisión. Y al poco tiempo ves el resultado: FALLAS.

El resultado no es el esperado. Has arriesgado, no se te ha valorado por ello y pierdes grandes cosas que estaban llegando a tu vida.
Te lamentas. Te odias. Te reprochas la decisión que has tomado.Sabes que tú has elegido, que nadie te ha obligado a nada pero, aún así, buscas culpables. Necesitas culpar a alguien. Esto no se puede quedar así, ¿no? Y esto pasa de forma inmediata.

Al tiempo de lo ocurrido se te pueden ir abriendo un poco más los ojos. Piensas que fue tu decisión, sólo tu decisión y que decidiste arriesgar. Aprendes o, al menos, lo intentas. Miras el lado positivo, aprender ya es algo positivo. Afrontas la nueva situación e intentas no idealizar el "qué hubiera pasado sí...".
Pero, siempre hay un pero, no puedes evitar el mirar atrás y sentirte mal, con una espinita, con un pequeño vacío y, de nuevo, buscando a alguien a quien culpar. Y lo encuentras. Y le odias. Y sabes que, para que se cierre este capítulo, necesitas creerte tus palabras, necesitas perdonar a esa persona.

Y te preguntas constantemente si algún día asumirás que fue tu decisión y si dejarás de buscar culpables y ver sólo el lado bueno y el posterior aprendizaje.

1 comentario:

Zascandil dijo...

Creo que hay un error de fondo: el pensar que porque se haya fracasado, ha tenido que haber algo que se ha debido de hacer mal.

Otro error: el pensar que algo que no ha salido como se esperaba ha sido un fracaso.

La vida es eso en lo que vas dando tumbos de un lado para otro, sin entender cómo ni hacia dónde. Pero que cuando eches la vista atrás, si has trabajado duro, verás que parece que todo tenía un sentido. Pero hasta que no llegues, no lo verás.